Pasé años trabajando en la cadena de suministro: optimizando inventarios, evitando excesos, gestionando compras reactivas y preguntando constantemente: ¿Cuál es el costo si no tenemos esta pieza? ¿Este informe aún aporta valor? ¿Podemos confiar en nuestros parámetros de planificación?
En ese momento, pensaba que esas habilidades eran exclusivas de operaciones. Pero al pasar a servicios de Recursos Humanos, descubrí algo inesperado: esas prácticas de cadena de suministro eran exactamente lo que necesitaba para tener éxito en RR. HH.
En la cadena de suministro, gestionamos existencias. En RR. HH., gestionamos personas — o más precisamente, la disponibilidad de talento.
Por eso empecé a hacer preguntas similares en la planificación de personal:
Al igual que con el inventario, tener demasiado genera costos; tener poco afecta el servicio. Aplicar esa mentalidad nos ayudó a alejarnos de contrataciones reactivas y avanzar hacia una salud del pipeline basada en datos. Definimos mejores disparadores, revisamos ciclos de cumplimiento y priorizamos según el riesgo real, no por miedo.
Uno de mis mayores logros en cadena de suministro fue automatizar procesos de reporte complejos — pero no solo automatizamos y olvidamos. Seguimos mejorando. Establecimos controles. Eliminamos informes "zombies".
Llevé ese mismo enfoque a los servicios de RR. HH. Es fácil lanzar automatización en un modelo de servicios compartidos, pero sin iteración y ciclos de retroalimentación, terminas con sistemas que confunden en lugar de servir.
Ya sea en la asignación de tickets, actualización de datos de empleados o procesos de onboarding, aplicamos principios ágiles: probar rápido, revisar seguido, escalar lo que funciona.
La cadena de suministro me enseñó a alinearme con planificadores, finanzas e incluso proveedores en diferentes zonas horarias. Así que cuando RR. HH. necesitó rediseñar modelos de servicio o mejorar los informes de cumplimiento, yo ya tenía el plan:
Ese enfoque ayudó a generar confianza y claridad — y lo más importante, dio a RR. HH. un lugar más fuerte en la mesa de decisiones.
Al principio, me preocupaba que mi experiencia en cadena de suministro no "tradujera" bien a RR. HH. Ahora veo lo contrario: ha sido una de mis mayores ventajas.
Porque ya sea que estés gestionando piezas o personas, estás resolviendo disponibilidad, costo, servicio y escala. Estás trabajando entre silos. Estás construyendo sistemas que realmente sirven a las personas.
Y esa mentalidad es valiosa en cualquier lugar.